Immortals of Aveum: Mucha magia, poca historia

En los últimos The Game Awards hubo un anuncio nos llamó especialmente la atención. Immortals of Aveum fue presentado como un shooter mágico en primera persona donde el combate es el protagonista tras una historia de fantasía bastante misteriosa.

Aveum es un reino devastado por las guerras, donde los Immortals luchan contra las fuerzas de Sandrak que buscan utilizar la magia para gobernar el mundo. Kirkan será la mentora de Jak durante su aventura para aprender a utilizar los tipos de magia diferentes que se representan en 3 colores: azul, rojo y verde. Por tanto, estamos ante un mago con habilidades, hechizos y distintas combinaciones para derrotar a los enemigos.

Lo primero que llama la atención al acercarse a un videojuego como “Immortals of Aveum” es su velocidad. En todos los amplios sentidos de la palabra. Primero gracias a sus menús, intuitivos y adaptados a cualquier tipo de jugador. Luego, que es cuando más interesa, en su gameplay. Hay muy pocos juegos que se manejen a la velocidad del proyecto de Ascendant: todo va increíblemente rápido, con un sistema de combate que, si bien no es pionero, sí recupera elementos que se sienten frescos con el mando en las manos.

Historia

El lore que envuelve al hermoso mundo de fantasía y ciencia ficción que construyó Ascendant Studios tiene mucho potencial para presentar conceptos originales y momentos memorables. Por desgracia, el hilo argumental es aburrido e impide que nos interesemos en este nuevo universo.

En la campaña nos ponemos en los zapatos de Jak, un soldado magnificente que tiene la cualidad de utilizar los 3 tipos de magia. Después de un acontecimiento trágico, se ve en la necesidad de participar en la Guerra Interminable y unirse al grupo conocido como Immortals para detener al tirano Sandrakk y proteger Aveum.

A pesar de que hay un intento honesto por crear una historia emocional que gire alrededor de un conflicto a gran escala y personajes con duelos internos, la narrativa falla en sus pretensiones debido a los diálogos poco interesantes y los giros de tuerca predecibles. Durante las primeras horas, el título nos bombardea con términos y va de un lugar a otro sin presentar momentos memorables.

Gameplay

Buena parte de todo ese complejo ‘lore’ existe para apoyar la jugabilidad. Es aquí que este título realmente brilla. El combate es rápido, intenso y nos pide tomar decisiones muy interesantes en medio de los vistosos tiroteos mágicos. Tenemos que priorizar oponentes, buscar recursos, cambiar al arma adecuada en el momento adecuado y mantener un mapa mental del campo de batalla para no dejar de movernos.

Los tres tipos de magia: azul, roja y verde; son equivalentes a rifles, escopetas y ametralladoras. Hay docenas de sellos que permiten personalizarlas con mayor o menor poder, velocidad de disparo y capacidad de munición. También contamos con arboles de habilidad, hechizos y tótems que hacen más dinámica la acción. Aunque la variedad de enemigos no es muy alta, son suficientes para ofrecernos combinaciones interesantes en cada enfrentamiento. El juego termina antes de que estos sistemas se puedan sentir repetitivos. Si quedaron con ganas de más, hay mucho qué hacer en el posjuego, incluyendo la cacería de seis poderosos jefes opcionales.

Gráficos

Tal vez la exploración de los escenarios no sea un verdadero pilar de juego, pero su espectacularidad sí lo es. Las montañas, templos y cuevas que recorremos son muy hermosos y las explosiones de colores vivos en medio de los tiroteos realmente llaman la atención. Escalar un coloso móvil en medio de un bombardeo ya no resulta tan impresionante como hace unos años hemos pasado por docenas de momentos similares en otros juegos pero no se puede negar lo bien que luce todo.

Aunque estos no son los gráficos de más calidad que hemos visto, lucen muy bien. El poder del motor Unreal Engine 5 permite disfrutar de festivales de efectos especiales e iluminación casi sin ralentizaciones.