Halloween Ends de David Gordon Green, se transforma en el tan esperado cierre de uno de los iconos del cine de terror, Michael Myers “The shape”.
Nos enfrentemos a una película cargada de expectativas para los seguidores más antiguos y nuevos de esta franquicia, y es que darle un cierre a un personaje que ha transcendido a lo largo de los años siempre resultara difícil.
Si las dos primeras entregas exprimían al máximo el trauma y desesperación de Laurie Strode, en esta nos muestra lo opuesto y como ella intenta rehacer su vida luego de la desaparición por tantos años de Michael Myers.
La película se sitúa 4 años después de “Halloween Kills” y contrasta demasiado con esta misma, en donde Michael Myers se nos muestra como una máquina de asesinar e imposible de aniquilar, por su parte esta nueva entrega se toma su tiempo para construir una atmosfera y sobre todo para comenzar.
Sin duda es una apuesta completamente diferente a lo que podríamos esperar, ya que se aleja de los esquemas genéricos que contiene el slasher y nos sitúa en una constante tensión que va creciendo a medida que vemos la transformación de Corey Cunnigham y como se desarrolla su relación con Allyson.
Y es que, a pesar de tomarse su tiempo, esta se justifica en su tan esperado encuentro entre Laurie Strode y Michael Myers, ese duelo final que no solo es de Laurie con Michael, si no que también de nosotros como espectadores con ese miedo que nos ha perseguido por tanto tiempo.
Uno de los puntos más fuertes es la visceralidad con la que Gordon Green aborda las escenas de violencia y asesinatos, ya que no se censura en ningún momento, lo cual a los fanáticos del genero nos produce un mayor deleite. Esto sumado a los efectos especiales de gran calidad, nos hacen sentir cada puñalada propinada por este asesino a sus víctimas.
Una película que nos enseña que el mal no proviene del exterior, si no que nace junto a nosotros y que muchas veces este mismo se va impregnando en nuestro entorno, en nuestras familias y en la sociedad. Además de impulsarnos a superar esos traumas que nos han atormentado por tanto tiempo, ya que nosotros mismo podemos identificar en Laurie esa lucha constante no solo contra Michael Myers, su mayor miedo, si no que también con el mismo pueblo de Haddonfield y a su familia. Algo por lo que hemos pasado todos alguna vez en nuestra vida.
