Héctor P. Valenti (Javier Bardem) es un tipo que buscar la fama en concursos de talento, algo que le es bastante esquivo y que deja en la quiebra, un día entra a una tienda de mascotas y su suerte parece cambiar al encontrar un cocodrilo bebe que canta a quien le pone Lilo (Shawn Mendes en la voz).
El problema sucede cuando tienen que cantar frente a una gran audiencia y Lilo sencillamente se congela y no canta obligando a Héctor a viajar y abandonar a Lilo por un tiempo, pero unos meses una familia llega a la casa desocupada. La familia esta integrada por el señor Primm (Scoot McNary) quien llegará a ser profesor de un colegio privado y es la razón que se mudan, también esta la señora Primm (Constance Wu) quien tras escribir unos libros de cocina decide dedicarse a la crianza de su hijastro (e hijo del señor Primm) Josh (Winslow Fegley), quien es un niño poco sociable y que le cuesta encontrar amigos o adaptarse a los cambios. Ellos no serán tan bienvenidos por el vecino el señor Grumps (Brett Gelman) y su gato (que junto a Lilo se roban la película).
No obstante, como familia logran instalarse y al parecer salvo Josh se adaptan, aunque nada más lejos de la realidad y es que ha todos les faltaba algo en sus vidas… y es ahí donde aparece Lilo para suplir todas las necesidades y llenar ese vacío, unir a la familia y darnos canciones que al menos las versiones latinas son muy pegajosas y terminaran cantando de manera desprevenida.
Lilo, Lilo, cocodrilo tiene un gran pero y es que deja ciertas historias que pudieron ser buenas en el aire, por ejemplo como se sentía la señora Primm de que Josh no fuera su hijo sangüineo y viceversa (ambos lo exponen como algo importante en sus vidas casi en la primera mitad de la película) o cual es la obsesión del señor Primm con la lucha libre amateur en especial que Josh participe allí.
Más allá de eso Lilo el cocodrilo es una película increíble, es simple pero como dice el dicho “en la simpleza esta lo hermoso” y Lilo lo prueba con creces, tiene sus escenas de emoción, sus canciones son pegajozas y si usted es como yo un nostálgico de esas películas que veía de niño de disney en que un personaje animado interactuaba con personas de carne y hueso esta película es su película, la va a gozar.
En resumen Lilo es una película que tiene los efectos y el lenguaje de la sociedad actual (rrss, influensers, programas de talentos, etc.) pero la magia de las películas familiares de los ’90, esas que veía de niño y que hacían soñar de un mundo mejor basado en la real amistad y los valores familiares.
