FIFA 23 es el rey absoluto de los juegos de fútbol. De partida porque no hay nadie que le haga competencia, lo cuál puede ser perjudicial a largo plazo. Los cambios se dejan ver desde la primera partida, Hypermotion 2 y los cambios en sus modos estrella refuerza sus aciertos heredados y el crossplay lo convierten en una edición redonda.
Una inteligencia artificial a veces no tan inteligente
Electronics Arts cada año trata de mejorar ese aspecto, pero siento que en este sentido avanza dos pasos y retrocede uno. Con una IA a veces torpe donde los jugadores chocan entre sí, los arqueros “atajan” un balón cuando este no paso ni por el arco. Esto no pasa todo el tiempo, ocurre menos seguidos que en FIFA 22 al menos, probablemente con una actualización podrá modificar esos detalles que para nada afectan el gameplay.

Hypermotion 2
EA añadió la por primera vez en FIFA 22, se trata de una tecnología de captura de movimiento avanzada de partidos 11 contra 11, realizada con trajes Xsens, que ha terminado aportando más de 6.000 animaciones reales.
En FIFA 23 llega una nueva versión de Hypermotion y es cierto que no podemos hablar de una revolución, pero puedo decirles que las diferencias son palpables. De hecho, puede que se trate de uno de los saltos más destacados en años.
Se han modificado las dinámicas de movimiento y reorganización de los equipos en torno al balón, se ha potenciado las animaciones del futbol femenino, se han cambiado animaciones y dinámicas de regate tanto en ataque como en defensa, el golpeo del balón, así como el sistema de física del campo.
VOLTA
Los beneficios de VOLTA en FIFA 23 son heredados del resto de modos: Hypermotion 2 funciona de manera muy diferente aquí, y el crossplay le dan más y mejores matices a la propuesta. Pero está claro que el sistema de temporadas y recompensas estéticas en forma de ropa y aspectos no es un reclamo tan potente.
Sin embargo, y en caso de que nos centremos únicamente en las novedades, nos topamos con el divertido VOLTA Arcade suma a los 16 juegos anteriores seis minijuegos más, con retos locos y pruebas eliminatorias.
Ultimate Team
El modo por excelencia de todas las ediciones, FUT23. Dentro de él hay suficientes modos, eventos y experiencias de juego como para ser un videojuego propio. A todos los efectos, incluyendo el apartado comercial, estamos ante lo que podemos considerar el motor de cada entrega de cara al grueso de sus jugadores más leales. Por eso, que se haya replanteado de manera integral la química a la hora de crear y gestionar equipos es más que un paso de gigante: estamos ante lo que es un antes y un después dentro del Ultimate Team y cada uno de sus modos y desafíos.
El replanteamiento de la química. Hasta ahora, a la hora de crear un equipo se tenía en cuenta la afinidad entre los jugadores por proximidad en nuestro esquema de juego. Es decir, que los futbolistas cercanos tengan rasgos en común (nacionalidad, liga, etc.) y estén colocados en su posición original. Si hay afinidad se suma química y si no había afinidad se generaba una química negativa, de modo que el gran plan era crear la química máxima al combinar la de todos los jugadores. Eso se acabó.
A partir de FUT23 la afinidad tiene en cuenta a todo el equipo en su conjunto, de modo que debemos pensar en conjunto a la hora de armar un equipo desde cero o ser mucho más específicos a la hora integrar a un nuevo jugador. No hay química negativa ni lealtad, y los clásicos vínculos posicionales se han eliminado por completo. La idea general: crear la química máxima de cada jugador por separado.
Toca acostumbrarse varios días a este cambio, desde luego, y tardaremos más de lo deseado en superar los Desafíos de creación de plantilla. Pero al final esto beneficia a que seamos más creativos a la hora de generar equipos con una limitación: la posición natural de los jugadores ahora es crucial y ya no podremos cambiarla tan alegremente como hasta ahora.
Cada carta de jugador ha añadido una nueva marca en su base que especifica cuántas posiciones alternativas puede llegar a tener además de la suya. E incluso dentro de esta limitación, al ver su reverso se nos dice a qué posiciones podemos cambiarlo. Algunas cartas ni siquiera tienen la opción de cambiar de posición, de modo que a los anteriores atributos a la hora de cotejar el valor de cada futbolista entra en juego su versatilidad a la hora de posicionarlo convenientemente.

Conclusión
Es cierto que los juegos de futbol se caracterizan por no tener cambios sustantivos año tras año, pero EA a dado muestras que va en la dirección correcta. A veces algo lenta, pero segura.
Decir si vale la pena o no comprar FIFA 23 depende de cada persona, lo que si puedo decir es que pagar en algunos casos hasta más de 70 dólares por estos cambios creo que puede llegar a ser excesivo para jugadores ocasionales. FIFA 23 llega a ser más divertido y fluido que sus antecesores con mejoras que se notan y mejoran notableblemente la jugabilidad.