El director Japonés Hirokazu Koreeda nos presenta su nueva creación llamada originalmente “Kaibutsu”, una película de suspenso, misterio y drama con una duración de dos horas aproximadamente.
La historia comienza en la casa de Saori Mugino y su hijo Minato viendo un incendio desde el balcón de su casa, que luego de un rato mirando la situación, Minato pregunta algo extraño. Pasados los días Saori comienza a notar comportamientos extraños que parecen derivados de Bullying, luego de una situación preocupante le pregunta a Minato qué es lo que le están haciendo y quién es el culpable, a lo que Minato responde que su Profesor es el causante de esta situación.
Se me hace realmente complicado explicar la historia sin caer en spoilers, ni detalles que abarquen posibles conclusiones mentales antes de ver este hermoso largometraje, pero intentaré no indagar en ello. Koreeda ya ha tenido varias películas con formatos parecidos, ya que tiene un estilo bastante marcado, su inquietud respecto a los lazos familiares sigue estando presente y logra ser fiel a su visión. La historia es oscura, cruel, hermosa y empática, sí, es difícil mezclar todos estos adjetivos, pero realmente logra hacer una buena combinación de sensaciones, con diferentes perspectivas, que si bien, hay que ser pacientes a cómo se va desenvolviendo la trama, deja mucha recompensa tras verla.
La actuaciones, la música y la fotografía logran llegar a complementarse de manera natural, formando un mundo hermoso, lleno de sombras y pequeñas luces, dónde los colores pueden ser pálidos y a veces un poco más vívidos; de personajes con distintas capas de profundidad y con más de una sola perspectiva, y de formar un entorno para que estos se puedan desenvolver; y con sonidos inquietantes y hermosos, gracias a Riüichi Sakamoto (QEPD) y su singularidad como compositor, que, a mi parecer, fue una acierto rotundo, ya que tiene mucho protagonismo, no porque llame la atención, sino, porque es tan sutil, que está compenetrada todo el tiempo en la cinta cuando aparece.
Sólo me queda decir que es un hermoso viaje, lleno de sorpresas, y muchas emociones. Un placer de presenciar en la pantalla grande para empaparse de toda su complejidad.
