La nueva generación de cazafantasmas está de vuelta con esta nueva entrega.
La familia Spengler ya está instalada en la guarida original de los Cazafantasmas en la gran manzana haciendo su trabajo como cualquier otro día, pero gracias algunos desastres que han dejado en el camino, el alcalde vuelve a dejar en una posición complicada a los Spengler, mientras que una amenaza helada está planeando su regreso.
Vamos de lleno a la trama, que tiene varias aristas rodeando la trama principal, que a veces es un poco desordenada, pero que tiene harto sentido teniendo en cuenta la personalidad de esta familia y la narración de la entrega anterior, sólo que ya estamos de lleno en la acción, siendo rápida, con humor y liviana, ya que no se adentra mucho en las subtemas planteados.
En cuanto a la estética y fotografía es parecida a la entrega anterior, pero ya que estamos en la ciudad, su paleta de colores es más grisácea, mostrando efectos de 1894 con su primera entrega (igual que con su entrega anterior con los monstruos de Gozer) del cual nos sigue llevando al origen de todo, y nos entrega esta sensación de nostalgia de la cual esta muy arraigada, sinceramente una buena saga siguiendo a su antecesor en cuanto a conceptos estéticos. Su música se complementa bien en sus momentos y con su singular tema de Ray Parker Jr haciendo su sello como siempre a las entregas anteriores.
Si bien no es una saga que intenta sobrepasar la película original, sino que complementarla, haciendo honor a esta, es sin duda una buena sucesora que entiende su pasado y que se renueva dejando un nuevo aire para esta nueva generación de Spengler. Como siempre divertida de ver, fácil de entender, y con energía, es ideal para toda la familia y pasar un buen rato en el cine.
