Hoy me pareció interesante dejar de lado la ciencia ficción para hablar de algo más horrible: la cruda y posible realidad. Entre la literatura se destaca “1984” de George Orwell junto a otros libros de diferentes autores que también serán expuestos en su debido review.
Éstos nos ilustran qué pudo haber pasado dada nuestra naturaleza social y política, cómo sería la realidad y si ésta nos dejase conformes. Pero sobre todo nos deja pensando que estas situaciones pueden estar ocurriendo ahora mismo en otras partes del mundo. La conjetura les corresponde a ustedes.
Fue publicada en 1949 posterior a la segunda guerra mundial, coincidió con una época de regímenes totalitarios como la Alemania Nazi, el fascismo de Francisco Franco en España, Stalin y el comunismo en Rusia y el fascismo de Benito Mussolini en Italia; por lo que hay que leer el libro con la conciencia de aquella era turbulenta.
Además tiene una adaptación excelente en película por Michael Radford, de la cual usaré imágenes para ambientarlos, y luego pensar en el debate de “¿libro o película? ¿cual es mejor?”. Sin embargo la mayor parte del review corresponde a contenido del libro.
Prólogo de la “Utopía”
Se vive el año 1984 en Oceania. Todos los trabajadores con el mismo overol azul miran aglutinados una pantalla gigante. El INGSOC (neolengua inglesa del nombre del partido: Socialismo inglés) muestra en video la honradez y el valor del trabajo duro de sus honorables ciudadanos, tanto en la agricultura como siendo excelentes soldados. La imagen de un soldado de proporciones perfectas da lugar a una transición a una ciudad en llamas, y a un grupo de Eurasianos luchando y gritando de forma horrífica para destruir la utópica Oceania.
La gente grita y hace el signo del repudio con sus brazos para luego tranquilizarse ante la imagen del Gran Hermano, entidad no muy clara como lo es un personaje, y que se encarga de protegerlos a través de la vigilancia contínua como con los soldados. De pronto la gente enajenada vitorea, llora y da las gracias.
De esa forma concluyen “los dos minutos de odio” implementados por el Gran Hermano y el Partido, un grupo oligarca, y así concluiría nuestra historia; de no ser por la cara de extrañeza de un ciudadano: el protagonista Winston Smith, parte del proletariado que conforma el 85% de la población.
Nuestro protagonista, y su conflicto
Winston sabe bien como funciona el sistema: El partido se divide en el Partido Interior que gobierna y es el 2% de la población, y el Partido Exterior conformado por 13% de la población. El deber del partido es la continua vigilancia de la gente y detectar aquellos que revelen signos de conductas disociales o inconformes, sin concepto de propiedad privada, registrando cada dato a través de imágenes y micrófonos.
Sin embargo, y a sabiendas del crimen que está cometiendo, Winston consigue a escondidas en mercados negros, un libro con hojas blancas vacías. Escondiéndose del ojo del Gran Hermano, decide escribir algo, pero no sabe qué.
Por primera vez tiene la libertad de escribir su opinión.
No sería el único crimen. Un día Winston descubriría una organización secreta de rebeldes conocida como la Hermandad.
Para sumar su cantidad de delitos, conoce a Julia, quien le escribe “te quiero”; lo que es una conducta ilegal junto a las relaciones y el deseo sexual que están prohibidos.
¿El libro o la película?
En mi opinión, la película dirigida por Michael Radford consta del mismo ambiente opresivo pesimista y el uso de colores en la escala de gris que en el fondo concuerdan con la imagen que describe el libro. El elenco es espectacular en cuanto a emociones se trata. Es un filme amargo y es necesario saberlo de antemano si no gustas de estas características.
Leer el libro y ver la película son complementarios. La película refleja al libro fielmente y el libro te añade información que la película omite, pero que puede interesarte.
Conclusión
Es un excelente libro (y película) con elementos políticos claros que se pueden ver en muchos gobiernos. ¿Puede ser que el arte se antepuso a la realidad? Además, se enfoca en el sufrimiento, duda, los deseos y relaciones personales, generados por gobiernos represivos o figuras autocráticas.
No solo lo recomiendo. Es necesario leerlo y ver la película y reflexionar sobre nuestra cultura, nuestro gobierno y si efectivamente tenemos “libertad”.
Dejo el siguiente pensamiento para ustedes: “1984” se ubica en Londres a propósito. ¿Por qué? Orwell quería demostrar que los gobiernos basados en dictaduras totalitarias pueden triunfar en cualquier país con la condición de que el pueblo no se oponga ante ello.
Me despido, hasta la próxima distopía.
“LA GUERRA ES PAZ, LA LIBERTAD ES ESCLAVITUD, LA IGNORANCIA ES FUERZA” – lema de Oceania.
